Durante estos dos meses, se ha reflexionado diariamente sobre el tema de la Congregación de la Juventud que Eugenio comenzó en 1813 y a la que dedicó la mayor parte de su tiempo y energía hasta finales del 1815. De 1816 en adelante dividió su tiempo y energía entre el establecimiento y misión de los misioneros y su ministerio de juventud. Para finalizar, los próximos días los dedicaré a terminar esta estructurada presentación antes de pasar a las actividades que Eugenio realizó desde 1818 en adelante.
Los encuentros de la Congregación de la Juventud tenían lugar dos veces por semana y estaban equilibradamente organizados para la instrucción, la oración y un tiempo para disfrutar juntos. Cada actividad tenía que llevarse completamente a cabo y así, cuando ellos jugaban:
Art. 5. Luego se entregarán alegremente a toda clase de juegos. Correrán, saltarán, cantarán; en una palabra, se divertirán todo lo que puedan, íntimamente convencidos que cuanto más se diviertan, mejor habrán sido fieles a este artículo del reglamento, mejor tendrán así el espíritu que lo ha dictado.
Statuts, Chapitre IX – Des jeux et divertissements
Eugenio sabía que esto era lo que atraía a los jóvenes, e insistía en que se divirtieran y en que lo hicieran lo mejor que les fuera posible.