Para poder estar por completo al servicio de Dios y del prójimo, Eugenio está convencido de la necesidad de la auto-disciplina. Esta fue una de sus preocupaciones personales a lo largo de su vida. De acuerdo a la tradición de la Iglesia, lo demostraba a través del ayuno en cuaresma y en forma regular todo el año (en especial los viernes). De forma similar, a menudo habla acerca de la mortificación corporal – en otras palabras, realizar penitencias físicas para asegurarse de tener el control de su cuerpo y no a la inversa. Encontramos este tema repetidamente en todas sus notas de retiro. Al examinar en este momento las relativas al de 1818, encontramos:
He sentido la necesidad de llevar una vida de mayor mortificación y deseo ardientemente hacerlo.
Según vemos arriba, quienes le rodeaban pensaban que lo llevaba al extremo y trataban de moderar su celo. Uno de ellos era Henri Tempier, director espiritual de Eugenio. Eugenio podía librarse de su madre y Tío Fortuné, pero no así del Padre Tempier, debido al voto de obediencia mutua que habían hecho el Jueves Santo de 1816.
Una sola cosa me apenaba y era el temor de que se opusieran y de que mi director se prevaliera del voto de obediencia que le he hecho para poner obstáculos a lo que me parece evidentemente la voluntad de Dios. He buscado seriamente los medios de sustraerme a los cuidados demasiado solícitos que la caridad ha inspirado a varias personas que acaso temen demasiado que recaiga en la enfermedad. Me he indignado de que se hiciera tanto caso de mí cuando sé de sobra que no valgo para nada y que el poco bien que he hecho, lo he hecho sólo porque el Dios bondadoso me empujaba por la espalda.
Tenemos muchos ejemplos de la insistencia de Henri Tempier respecto a su voto de obediencia – casi siempre en relación a la salud y bienestar de Eugenio.
Únicamente, como observo que mi salud se ha fortalecido desde Semana Santa, que el pecho ya no me duele, etc. pediré con insistencia a mi Director me permita seguir el atractivo que me impulsa con fuerza a llevar una vida penitente. Creo que sería ir contra el Espíritu de Dios querer oponerme a ello por más tiempo, so pretexto de que mi salud necesita cuidados.
Notas de Retiro, Mayo 1818, E.O. XV, n. 145
“El hombre moderno es víctima de los mismos instrumentos que valora más. Todo adelanto en el poder, todo dominio de las fuerzas naturales, cada nuevo conocimiento científico ha probado ser potencialmente peligroso, pues no se han acompañado de logros equitativos de auto-conocimiento y auto-disciplina.” Lewis Mumford (Sociólogo del Siglo XX)