El futuro de los Misioneros pendía de un hilo. Eugenio estaba convencido de que la dirección para el crecimiento de la Sociedad sólo podría estar en la vida religiosa y la profesión de los consejos evangélicos a través de los votos. Cuatro de los siete sacerdotes no concordaban con él en este paso radical. Es aquí que Eugenio resolvió consultar a los tres jóvenes en formación, cuyas vidas se verían afectadas por la decisión. Leflon describe la escena:
Fue en tal momento crucial que el Fundador entró en acción. Habiendo fracasado en vencer la oposición con argumentos y súplicas, recurrió entonces a medidas más enérgicas. Simulando explicar las Constituciones a los tres escolásticos de órdenes menores, miembros formales de la Sociedad, llamó a los Hermanos Dupuy, Courtès y Suzanne al Consejo, sabiendo que estarían completamente a favor de su plan de cambiar al estado religioso. Ninguno de los tres lo defraudó.
Después de “escuchar la lectura de las Reglas, aceptaron en forma unánime y le aseguraron al Fundador, como lo habían hecho ya en privado, su aprobación a los votos propuestos.” Así lo estipula el registro oficial. [ed. Actes du premier Chapitre général, octobre 24, 1818. A.G.R. Registre des Délibérations des Chapitres généraux de la Société des Missionnaires de Provence]
Si, como Suzanne nos lo asegura, el Padre de Mazenod deseaba probar a través de esta estratagema, que dicho compromiso no causaría temor a los demás miembros de la comunidad y que con ello esperaba lograr la aceptación general, el experimento debe haber fracasado, pues para revertir la mayoría, hubo de ir aún más allá y dar a cada uno de los tres escolásticos un voto de deliberación. Gracias a dichos votos agregados, los artículos impugnados fueron aprobados por un ligero margen de 6 a 4.
Esta fue la única ocasión en la historia de los Misioneros Oblatos, en que los individuos sin compromiso de por vida (votos perpetuos) participaron en forma total en un Capítulo General, con derecho a voto.
¿Pero qué tan apropiado fue el procedimiento en esa ocasión? Las Actas del primer Capítulo General que Suzanne hizo en borrador ocho años después, en 1826, admiten que esta sesión del Capítulo fue “la única en la que estuvieron presentes miembros no ordenados.” Sin embargo, como se refiere en las Actas, las Constituciones no estaban vigentes aún. Aún más, se declaró que era justo que los tres hermanos escolásticos, quienes eran miembros formales del Instituto, deberían tener derecho a expresar su opinión al momento de tomar una decisión de la mayor importancia, pues afectaría no sólo el futuro de toda la Sociedad, sino también su futuro individual.
El hecho que permanece sin embargo, es que en esa ocasión jugaron un papel decisivo y que su opinión salió triunfante sobre la de los Padres.
Leflon 2, págs. 167 – 168
Dicha decisión nos define aún hoy en día:
Reúne en comunidades apostólicas a sacerdotes y Hermanos que se ligan a Dios por los votos de religión. Cooperando con Cristo Salvador e imitando su ejemplo, se consagran principalmente a la evangelización de los pobres.
CC&RR, Constitución 1