En su Regla, Eugenio comparte su entusiasta visión que abarca al mundo entero. El modo para “llegar a ser” según este ideal es hacer lo que hizo Jesús:
Emplead, en una palabra, los mismos medios que empleó el Salvador, cuando quiso convertir el mundo, y tendréis los mismos resultados.
Observando lo que hizo Jesús, Eugenio comienza “lo primero de todo, formando un grupo”, teniendo como modelo el que Jesús formó con los apóstoles. Jesús había dado a los apóstoles un ideal, centrado en el Reino de Dios, el cual era imposible de alcanzar totalmente. Y les dio un encargo tan amplio como el mundo, que iba más allá de su capacidad de comprensión. Es por esto por lo que ellos necesitaban ser constantemente formados por el Espíritu Santo en la “escuela de Jesús”.
¿Qué hizo Nuestro Señor Jesucristo? Escogió a unos cuantos apóstoles y discípulos a los que formó en la piedad y llenó de su espíritu; y después de haberlos instruido en su escuela y en la práctica de todas las virtudes, los envió a la conquista del mundo, que pronto habían de someter a sus santas leyes.
Los Misioneros son cooperadores del Salvador al compartir su visión del Reino y necesitan que, constantemente, se les abra a los desafíos de un cambio de sociedad, para hacerlo de un modo efectivo.
¿Qué debemos hacer a nuestra vez para lograr reconquistar para Jesucristo tantas almas que han sacudido su yugo?
Eugenio había definido a los Misioneros como un grupo “que viven juntos y se esfuerzan por imitar las virtudes y los ejemplos de nuestro Salvador Jesucristo.”
Expresándolo de otro modo, a la luz del modelo apostólico, dice:
Trabajar seriamente por hacerse santos; caminar valerosamente por las huellas de tantos apóstoles que nos han dejado tan hermosos ejemplos de virtudes en el ejercicio de un ministerio al que somos llamados como ellos …
Regla de 1818 Capítulo primero, §3. Nota Bene. Missions, 78 (1951) p. 15
“Esencialmente, ¿qué son los discípulos? Son el mismo Jesús que continua sus acciones. Ellos nos son los repetidores de lo que han oído, sino que son las acciones de Jesús que aumentan y continúan”. C. M. Martini.