NOTA BENE: VISTIENDO A SUS MISIONEROS DE PIES A CABEZA

“Solo después de haber revestido a sus misioneros como de pies a cabeza, Monseñor de Mazenod procede a decirles: luego, llenos de confianza….”

YENVEUX, A. Les saintes Règles de la Congrégation des Missionnaires Oblats de Marie Immaculée d’après les écrits, les leçons et l’esprit de Mgr. C.J.E. de Mazenod, Paris, 1903, vol. 1, p. 17

Para responder a la cuestión de lo que un Misionero debe hacer para llegar a ser un hombre apostólico –un cooperador del Salvador, Eugenio explica con detalle las “virtudes y ejemplos de nuestro Salvador Jesucristo”, las cuales deben “esforzarse en imitar”.

renunciar enteramente a nosotros mismos; mirar únicamente a la gloria de Dios, la edificación de la Iglesia y la salvación de las almas; renovarnos sin cesar en el espíritu de nuestra vocación; vivir en un estado habitual de abnegación y con la voluntad constante de llegar a la perfección, trabajando sin descanso por hacernos humildes, mansos, obedientes, amantes de la pobreza, penitentes, mortificados, desprendidos del mundo y de los parientes, llenos de celo, dispuestos a sacrificar nuestros bienes, talentos, descanso, la propia persona y vida por el amor de Jesucristo, el servicio de la Iglesia y la santificación del prójimo;

Uno de los primeros biógrafos de Eugenio, Alfred Yenveux, describe este pasaje como ser vestidos “de pies a cabeza en este sólido amor a la virtud” –en la impenetrable cota de malla de la armadura llevada por los soldados. Eugenio concluye con una llamada a la oblación, usando el vocabulario militar de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio, con los cuales estaba muy familiarizado:

y luego, llenos de confianza en Dios, entrar en la liza y combatir hasta la extinción por la mayor gloria de Dios.

Regla de 1818 Capítulo primero, §3. Nota Bene. Missions, 78 (1951) p. 16

El vocabulario de esta lista de virtudes estaba en consonancia con la enseñanza que había recibido en el seminario. Quizás, si estuviera escribiendo hoy, debido al espíritu que inspira la lista, creo que el vocabulario de Eugenio hubiese estado cercano a la siguiente enumeración de virtudes:

«Ser pobres de espíritu… mansos… sacrificados… hambrientos de sed y de justicia… ser agradecidos… limpios de corazón… creadores de la paz… perseguidos por causa de la honradez…” Mateo 5, 3-12.

 

“Una vez más entendemos la importancia de estar con Jesús, no tanto para imitar ciertas palabras o escoger ciertas frases, sino también para identificarse uno mismo con su estilo de vida, su forma de actuar así como ser testigos de ello e imitarlo. Es así como Jesús se preparó a sí mismo y como continúa preparando a todos los que, en la Iglesia, son llamados a permanecer con el Señor.”         C. M. Martini

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