El 25 de abril de 1813, domingo de Quasimodo, se echaron los cimientos de la santa Asociación de la Juventud cristiana. El Director de esta Congregación llamó junto a sí a los señores… [siguen 7 nombres]. Tras haberles expuesto su proyecto y haberles mostrado las ventajas que iban a resultar para ellos, comenzaron juntos los ejercicios piadosos de la Congregación, con gran contento de todos.
Vistas las infelices circunstancias del tiempo, se acordó atenerse a unas pocas prácticas religiosas que se cuidarán de ocultar bajo el velo del juego. Tras una breve oración, se entregaron alegremente a los juegos. Al declinar el día, entramos en un salón del Pabellón del Niño, y mientras esos señores descansaban, el Director les hizo una instrucción que fue seguida por el rezo de una decena del rosario. Al comenzar la noche volvimos a la ciudad, lamentando que el día hubiera sido tan corto y suspirando ya por una nueva reunión que se tendrá el domingo próximo.
Diario de la Congregación de la Juventud, el 25 de abril 1813, E.O. XVI
Nota. En el Diario, Eugenio se refiere normalmente a sí mismo en tercera persona. Por ejemplo “el Rev. Director”. Esto se debía a que iba a ser un documento público (codex historicus) de la Congregación de la Juventud, y no un diario personal.