Se recitará el oficio pausadamente y con gravedad, guardando exactamente las pausas y el resto, y aplicándose a no dar lugar al reproche hecho a los Judíos por Jesucristo, que honraban a Dios con los labios, mientras sus corazones estaban alejados de Dios.
Règle de 1818, Chapitre 3 § 6. Office divin
Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. Mat 6:7
Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Marcos 7:6
«En la oración es mejor tener un corazón sin palabras que palabras sin corazón.» Mahatma Gandhi