¡Ofertas de trabajo! Concluyo estas reflexiones sobre la Regla de 1818 con la imagen que Eugenio da de las cualidades que debía tener un posible candidato a Misionero.
Hay que tener un gran deseo de su propia perfección
un gran amor por Jesucristo y su Iglesia.
un gran celo por la salvación de las almas ;
hay que tener el corazón libre de todo afecto desordenado a las cosas de la tierra,
un gran desprendimiento de los padres y del lugar de nacimiento,
un desinterés tal que llegue hasta el menosprecio de las riquezas ;
hay que tener la voluntad de servir a Dios y a la Iglesia, ya en las misiones, ya en otros ministerios que la Sociedad abrace
Y querer perseverar hasta la muerte en la fidelidad y la obediencia a las santas Reglas del Instituto.
Regla de 1818, Capítulo Segundo, § 1 Cualidades requeridas para ser admitidos, Misiones, 78 (1951) p.85
Veremos cómo la versión más reciente de esta ya exigente descripción de Eugenio fue para ser mucho más ferviente en el enfoque.
“Un hombre con personalidad puede formular ideales, pero sólo un hombre con carácter puede alcanzarlos.” Herbert Read