Aunque había permanecido en Aix, Henri Tempier tenía un papel importante en la misión de Barjols. En las cuestiones de salud, era el único que podía controlar a Eugenio y le había prohibido fatigarse. Así que después de algunas semanas de obediencia, Eugenio le escribe:
Mi salud va mejor, os lo confieso sinceramente; así que os ruego me dejéis un poco más de amplitud.
Carta a Henri Tempier, dicembre 1818, E.O. VI n.37
¿Cómo explicar la mansa obediencia de Eugenio? El Jueves Santo de 1816, ambos habían profesado un voto de obediencia mutua. La base y espíritu de este voto fue confirmado y desarrollado en la Regla de 1818, bajo el título de “el Admonitor del Superior”. Es por ello que Tempier le escribe:
… Nunca he analizado a profundidad qué tanto le obliga el voto de obediencia que pronunció hacia mí. Creo, sin embargo, que era su deseo someterse en todo lo que no tiene que ver con la administración de la misión, según lo explicó mas ampliamente en las Constituciones; en ese caso, le ordeno mantener el programa, o aún más, si no puedo juzgar su caso de cerca debido a la distancia que nos separa, habrá de consultar sólo al Sr. Brun, un doctor en esa localidad y hacer absolutamente todo lo que le indique, sin dar otra interpretación a mi deseo.
Carta de Henri Tempier a Eugenio de Mazenod, el 11 de noviembre 1818, E.O. II 2, n.11
“El amor es un mejor maestro que el deber.” Albert Einstein