La misión en Barjols terminó el 20 de diciembre, pero el fervor de la gente continuó después de la despedida de los Misioneros, según escribe Eugenio con satisfacción:
El Señor Párroco de Barjols me dice que desde hace 18 años sólo diez hombres asistían a misa…, que durante la misión se han hecho una 3.000 confesiones generales y que los que habían cumplido con la misión antes de Navidad se han acercado de nuevo a la santa Mesa el día de año nuevo para probar que tenían el firme propósito de cumplir con Pascua.
Carta a M. Arbaud, Vicario general de Digne, enero 1819, E.O. XIII n.22
Los Misioneros se habían entregado por completo en Barjols como co-operadores del Salvador en Su misión, por lo que pudieron regocijarse en Él:
En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado. Lucas 10:21
«La felicidad no proviene de realizar una tarea fácil, sino del fulgor de satisfacción después de lograr una empresa difícil, que exigió lo mejor de nosotros mismos.» Theodore Isaac Rubin