LA PRÁCTICA DE PAZ Y RECONCILIACIÓN

Al describir la misión en Eyguières, Eugenio explica el motivo de su cansancio:

Nuestro trabajo es siempre exagerado y sin la menor interrupción. Estamos diariamente y a cada instante obligados a rechazar a unos hombres que se presentan en tan gran número como las mujeres que no podemos abandonar, porque sus necesidades son tan apremiantes como las de los hombres, a los cuales, como lo sabéis, podemos conceder una semana de más. Por lo tanto tenemos que hacer por encima de nuestras fuerzas, estamos en la confesión hasta las 12 menos cuarto de la noche, y a esa hora tan avanzada en la que tenemos que subir a cenar, estamos obligados a rechazar gente.

En las misiones parroquiales, la predicación estaba dedicada a instruir a la gente y después llevarles a un profundo encuentro sacramental con Dios. El tiempo dedicado a cada penitente daba a los Misioneros la oportunidad de ayudar a cada uno a reconciliarse con Dios y entre ellos, en consecuencia a llevar una vida más llena de paz. Los Misioneros nunca apresuraban las confesiones, sino daban a cada persona el tiempo que necesitara. Los cinco Misioneros parecen haber pedido ayuda de otros dos sacerdotes para esta tarea tan importante y aun así no eran suficientes

no por eso dejará de ser verdad que siete sacerdotes durante cinco semanas habrán confesado desde las cinco de la mañana hasta media noche una masa inmensa de pecadores, que no se habrían movido sin la misión, como lo dicen ellos mismos, y es fácil creerlo por la experiencia del pasado, y esos siete sacerdotes dejarán todavía al marchar a gran número de penitentes llenos de buena voluntad que no habrán podido lograr hacerse oír de ellos, al pastor que les dirigirá por los caminos de la salvación.
Rezad para que podamos terminar un trabajo tan penoso para el cuerpo, pero tan consolador para unas almas que tienen algunas chispas del amor a Dios, por poco sacerdotales que sean.

Carta a la comunidad de la Misión de Aix, el 7 de marzo 1819, EO VI núm. 41

 

La práctica de la paz y la reconciliación es una de las acciones humanas más vitales y artísticas.               Nhat Hanh

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