Encuentro de mucha importancia para la Familia Mazenodiana, que fueron los jóvenes quienes nos llevaron a dar dos pasos significativos. Justo al inicio de nuestra existencia, fue el ministerio de Eugenio con la juventud lo que le llevó al antiguo convento Carmelita en Aix y tener espacio suficiente para sus reuniones, antes de mudarse varios meses después. Fue entonces el llamado al ministerio con los jóvenes que llevó a los Oblatos a establecerse en Marsella, en primera instancia.
Claramente el interés de los Misioneros a largo plazo fue la importancia de las consideraciones de estos casos, pero es de notarse que los jóvenes fueron los catalizadores para que se llevara a cabo.
En el texto de hoy, Eugenio enfatiza que nuestro ministerio en el orfanato fue el acompañamiento espiritual de los jóvenes. Los laicos enseñaban el catecismo y dirigían el lugar:
Al hablar de la dirección de los niños entiendo solamente la dirección de su conciencia y las instrucciones que la Iglesia reserva a sus ministros.
No hay nada más edificante que ver a laicos, buenos cristianos, enseñar a la infancia los elementos de la doctrina cristiana. Esa buena obra nunca será suficientemente impulsada y merece los mayores elogios..
Carta a los Directores de la Obra de la Providencia, en Marsella, 20 de abril de 1821, EO XIII n. 38
En ocasiones en el ministerio actual, tendemos a olvidar quién es responsable de qué en la misión. Nos hace preguntarnos: ¿Estoy realizando las actividades específicas que mi carisma me llama a realizar, y estoy permitiendo que los demás hagan lo que su estado de vida particular les llama a hacer – de forma más calificada que yo?”
“Dios no llama a quienes están capacitados, sino que Él capacita a quienes ha llamado.” Smith Wigglesworth