Tras una pausa por Navidad, se reanudan las reflexiones diarias con San Eugenio.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE ESTE SERVICIO?
En primer lugar es una invitación a conocer más profundamente a Eugenio de Mazenod, un santo de la Iglesia universal, a través de sus escritos. Mi enfoque es cronológico y así pretendo presentar la historia de Dios obrando en este hombre, como se muestra especialmente en sus escritos.
En segundo lugar, es un medio de crear una base de datos en internet sobre los escritos de Eugenio. Las reflexiones llevan publicadas más de dos años y medio y hay 693 entradas por fechar. Esto significa que, simplemente usando el espacio de “búsqueda” (search) en el lado derecho de la página de inicio (http://www.eugenedemazenod.net/esp/), es posible investigar textos de Eugenio sobre varios temas.
¿EN QUÉ PUNTO DEL VIAJE NOS ENCONTRAMOS?
Recordamos que en enero de 1816, los Misioneros de Provenza (como se conocía inicialmente a los Oblatos) empezaron a vivir juntos para ser misioneros de la gente de Provenza a la que no llegaban las estructuras de la iglesia local.
Hemos seguido el desarrollo y las actividades misioneras de este creciente grupo cuando pasó de ser un grupo de sacerdotes diocesanos que vivían en comunidad a una sociedad religiosa vinculada mediante la realización de los votos de los consejos evangélicos.
Los hemos visto expandirse de una comunidad en Aix en Provenza, para establecerse en el santuario mariano de Nuestra Señora de Laus y en el santuario dedicado a la Cruz del Calvario en Marsella. Esta expansión trajo consigo ricos frutos misioneros, pero suscitó también cierta hostilidad.
A causa de esta oposición fue esencial tener un Obispo local como protector. Veremos que la oportunidad vino en 1823 con el nombramiento del tío de Eugenio, Fortunato de Mazenod, como Obispo de Marsella. La condición para que esto sucediera era que el propio Eugenio fuera su Vicario General. De este modo, en 1823, Eugenio dejaría Aix para establecerse en Marsella, donde permanecería durante los siguientes 38 años. Desde entonces hasta ahora los escritos reflejan su doble responsabilidad: la guía y dirección como Superior General de los Misioneros Oblatos que se estaban expandiendo, y la administración de la iglesia de la segunda ciudad más grande de Francia.
Nuestro viaje con San Eugenio durante este año puede ser una oportunidad para cada miembro de la familia Mazenodiana de apreciar nuestras raíces más profundamente.
“Un grupo que no conozca su historia pasada, su origen y cultura es como un árbol sin raíces.” Marcus Garvey