En agosto de 1821 Eugenio tuvo la oportunidad de viajar a Nuestra Señora de Laus y hacer una visita oficial (conocida como “visita canónica” en el lenguaje eclesial). Su intención era hacer una visita fraterna para apoyar a los Misioneros y su ministerio. Como Superior, quería también asegurarse de que el espíritu y el funcionamiento de la comunidad y su misión estaban siendo fieles al espíritu del carisma que Dios les había concedido.
Después de pasar un tiempo con la comunidad de Misioneros, los novicios y los estudiantes, y de experimentar el ministerio relacionado con el Santuario, escribió en su informe oficial:
El primer deber que debemos cumplir, con motivo de la visita que hemos hecho, es darle gracias a Dios por todas las bendiciones que continúa impartiendo sobre todos los miembros de nuestra comunidad de Nuestra Señora de Laus.
Fuimos extremadamente iluminados por el espíritu de piedad, caridad y regularidad que prevalece en ellos, y no tenemos otro deseo que verlos continuar su camino por un sendero que los guiará inevitablemente al sagrado estado de perfección al que ellos mismos se han encomendado.
Actos de Visita, 12 de Agosto 1821, Archivos OMI, Roma
“Hay un gozo que no se da a los impíos, sino a aquellos que te aman sin interés alguno, cuyo gozo eres Tú mismo. Y la misma felicidad no es otra que gozar de Ti, para Ti y por Ti. Ésta es y no hay otra.” San Agustín