¿Cómo medimos nuestra efectividad al trabajar con la gente – en particular cuando la actividad es espiritual? Los Misioneros lo hacían por el número de personas que llegaban a confesión y comunión.
El párroco de Brignoles no estaba satisfecho con el número de personas que asistieron a la Comunión de Pascua, después de la misión. La respuesta de Eugenio muestra que no juega el “juego de los números”. Los Misioneros eran realistas y agradecían cualquier fruto de su predicación, sin importar cuán pequeño fuera.
Permítame que le cite la siguiente anécdota, para dulcificar la pena que justamente le hace sentir la defección de gran número de sus feligreses. Uno de los párrocos más respetados de Marsella, observando todo el bien que se hacía entre sus feligreses durante la misión, decía a nuestros misioneros: “Gozo por el bien presente, pero estaría muy contento si perseverara el cinco por ciento; no daría por perdidos sus trabajos”.
Seis meses después, irradiando alegría, nos decía: “Estoy más contento de lo que había esperado; para la vuelta de misión encontrarán aún más del 15. ¿Y qué no habría hecho para obtener ese resultado?”
Así que, según su cálculo, es mucho más afortunado que él, ya que, según reconoce, ha cumplido con Pascua el 50%; y sin duda tendría aún más, de haber podido contar con el sexto sacerdote que pedía en esa época, no bastando sus cuatro vicarios para atender la afluencia de penitentes.
Carta al Párroco de Brignoles, Agosto 23, 1821, EO XIII núm. 39
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