UNA ENERGÍA Y CONVICCIÓN MISIONERA RENOVADA

La experiencia del 15 de Agosto de 1822, había confirmado a Eugenio en su comprensión de la vocación y propósito de la Sociedad Misionera que había traído a la vida siete años antes. A pesar de las dificultades a su alrededor, encontramos en él una energía y fuerza misionera renovada. Su primer biógrafo, Rey, describe algo de ello.

Al finalizar la misión, el P. De Mazenod se presentó rápidamente en N.D. du Laus y, tomando al P. Tempier como compañero de camino, se dirigió a la diócesis de Nimes, donde el obispo le había invitado a fundar en N.D. Rochefort, un santuario en honor de la Santísima Virgen abandonado casi totalmente. La apariencia del lugar, pero especialmente la escasez de miembros, no permitió al fundador llevar a cabo la propuesta del Prelado. Al final del año de 1822 la pequeña Sociedad tenía solamente 12 sacerdotes para mantener tres casas, y esto habría sido tentar a la Providencia.

Rey narra como Eugenio regresó más tarde no habiendo aceptado el santuario para utilizarlo como noviciado y un centro de retiro. Estaba claro que Laus no era el lugar ideal para los novicios tuvieran su formación –especialmente cuando Henry Tempier se sentía agobiado por la carga de demasiadas responsabilidades. Rey incluso describe como Eugenio estuvo tentado algún tiempo de comprar a Isla de Lerins, en la costa de Cannes, para usarla como noviciado. Este antigua isla monástica estaba en venta en aquel momento.

El proyecto no se materializó pero podría ser considerado como una de las provocaciones de la Divina Providencia, invitando al Fundador a expandir sus fundaciones a partir de dichas oportunidades. Su misión parecía aparecer con mayor claridad y evidencia. Él lucho con más coraje y, decidido en sus convicciones, persiguió enérgicamente su meta de tener un compromiso total de hombres apostólicos quienes se darían a sí mismos por la salvación de las almas más abandonadas, sin tener en cuenta el coste personal. Él intentó ser merecedor de marchar a su cabeza siendo un modelo misionero.

Rey 1 p. 284

“Un líder tiene la visión y la convicción de que se puede conseguir un sueño. Él inspira el poder y la energía para realizarlo” Ralph Nader

Esta entrada ha sido publicada en escritos y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *