El 15 de Agosto le había dado a Eugenio una claridad renovada y una inyección de celo misionero. El foco del ministerio de la comunidad se puso de un modo claro sobre el aspecto de “todo por Dios” y por el servicio a los más abandonados, más que sobre ellos mismos, sus dificultades personales y su confort.
Escribiendo al Pastor de la ciudad de Aubagne, en la preparación para la misión, Eugenio le dio algunas indicaciones sobre el estilo de vida de los Misioneros cuando estaban en un lugar por un periodo de 5-6 semanas de intensa misión popular. “Sencillez” era la palabra clave.
Le agradecería mucho no confiara a una fonda la comida de los misioneros; la Fábrica se encargará de buscar una buena mujer que cumplirá este servicio a menor precio y de una manera más conveniente. Las aves, la caza y los dulces son manjares prohibidos para nosotros. De modo que no será difícil encontrar alguien que sepa cocinar y hacer lo que se llama en Provenza la Carbonada.
…No se meta en gastos para nuestro alojamiento y por el mobiliario de las habitaciones que nos destine. Un catre, una silla y una mesa bastan para cada uno de los misioneros. Sólo el Superior necesita un escritorio para guardar las cartas que recibe..
Carta al P. Figon, Pastor de Aubagne, 5 de Octubre de 1822 EO XIII n. 42
“Solo tengo tres cosas que enseñar: sencillez, paciencia, compasión. Estas tres son tus grandes tesoros”. Lao Tzu