En medio de todas las visitas burocráticas y de negocios en París relacionadas con el nombramiento de Fortuné como Obispo de Marsella, el corazón de Eugenio estaba enfocado en la comunidad de los Misioneros de Provenza. Añoraba las ocasiones en la comunidad donde descansaba después de las semanas de trabajo exhaustivo en los pueblos predicando las misiones.
Qué felices son nuestros novicios en vivir en su apacible retiro. Envidio su suerte y es con mucha dificultad que me resigno al que me está reservado. Por eso ofrezco a Dios mi posición como la más dura penitencia.
Toda mi dicha después del trabajo de nuestras misiones es la de llegar a gustar un poco de descanso en el seno de la familia, en la que todo me edifica, todo me encanta…
Carta a Hippolyte Courtès, Febrero 22, 1823, EO VI núm. 93
Para el éxito del ministerio, era esencial para él la vida comunitaria y un cálido espíritu de familia, enriqueciéndose y creciendo mutuamente.
[Muchas de las publicaciones anteriores se refieren a la comunidad y su importancia para Eugenio – se puede utilizar el título “comunidad” en el buscador al inicio del portal para encontrar algunas de ellas]
“El amor empieza en casa y no se trata de cuánto hagamos…sino de cuánto amor pongamos en ello.” Madre Teresa