El padre de la familia Oblata expresa su regocijo por los jóvenes que se preparan para ser Misioneros. Su alegría es debido a su evidente generosidad, su celo misionero y deseo de la perfección religiosa.
Lo sabéis, sois la esperanza de nuestra Sociedad; juzgad pues de mi dicha cuando os considero, siguiendo los caminos del Señor, llenos de ardor para el bien, con un celo devorador por la salvación de las almas, dedicados a la Iglesia, despreciando y hollando todo cuanto aparte de la perfección y comprometa la salvación.
Entonces es cuando sobreabundo de alegría y me felicito de teneros por hijos.
Carta a André Sumien y los Escolásticos en Aix, Marzo 18, 1823, EO VI núm.96
“Es algo increíble comprender la magnitud del hecho de que lo que una persona sueña e imagina puede hacerse realidad.” Vanna Bonta