LLENO DEL CARISMA QUE DA VIDA A TODO

Algunos meses antes, Eugenio había escrito a Henri Tempier: «Mi primer compañero, habéis desde el primer día de nuestra unión, captado el espíritu que debía animarnos y que debíamos comunicar a los demás” (Carta a Henri Tempier, Agosto 15, 1822, O.W. VI núm. 86)

Actualmente la Iglesia utiliza la palabra del Nuevo Testamento carisma para referirse al espíritu proveniente de Dios conferido a alguien para el bien de sus miembros y misión.

Podemos entonces entender la alegría de Eugenio al ver a los jóvenes Misioneros quienes habían comprendido este carisma y obraban maravillas a través de su ministerio, doquier se encontraran. El éxito de su ministerio era el espíritu proveniente de Dios, que daba vida a su esfuerzo. Pide a los seminaristas estudiantes seguir los pasos de sus hermanos mayores, imitando el mismo espíritu:

¡Oh!, no dudo que andaréis sobre las huellas de vuestros hermanos mayores, ¡ved los prodigios que el Señor se ha complacido ya en realizar por su ministerio!
Es que por jóvenes que sean, estaban llenos de ese espíritu que lo vivifica todo.
Por eso tratamos de perpetuarlo entre vosotros, y es por vosotros, mis muy queridos amigos, que esta tradición viviente y tan fecunda, será transmitida a esa otra clase de personas de nuestra Sociedad, los novicios, que van inmediatamente después de vosotros. Continuad en darles el ejemplo de todas las virtudes de la regularidad, de la fidelidad a las Reglas;

Carta a André Sumien y los Escolásticos en Aix, Marzo 18, 1823, EO VI núm.96

 

Hermanos, sed imitadores míos y fijáos en los que viven según el modelo que tenéis en nosotros.”         San Pablo a los Filipenses, 3:17

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