Eugenio sentía tanto orgullo de sus jóvenes Misioneros y sus logros llenos de celo, como preocupación de que se agotaran debido a su generosidad.
Después de una misión, es bueno pasar unos días en una comunidad regular.
Carta a Jean Baptiste Honorat, Febrero 9, 1824, EO VI núm. 130
No hay que pasar mucho tiempo en este país para poder decir de antemano con mucha moderación, pero de modo a ser comprendido, que al regresar de una misión tan fatigosa como la que acabas de predicar, tienes necesidad de descanso y de recogimiento… Después de una y sobretodo dos misiones, debes sentir que se tiene necesidad de recogerse y de pensar un poco en uno mismo.
Adiós, mi querido P. Marcou, te abrazo bien tiernamente y te recomiendo dar el ejemplo de todas las virtudes a todos cuantos tienen la dicha de habitar en la casa (por la que mi corazón suspira y hacia la cual van mis deseos) No me olvides en tus oraciones durante esta hermosa semana.
Carta a Jacques Marcou, Abril 12, 1824, EO VI núm. 135
“El descanso no es ociosidad, y recostarse en el césped en alguna ocasión, bajo los árboles en un día de verano, escuchando el murmullo del agua o viendo flotar las nubes en el cielo, no es de ninguna forma una pérdida de tiempo.” John Lubbock