A lo largo de su vida, Eugenio insistió en celebrar de forma correcta y significativa la liturgia. En su caso, utilizaba los textos litúrgicos como base de sus oraciones en los retiros que hacía en preparación para recibir el sacramento de las Órdenes, en sus diferentes etapas. Aquí sugiere la misma práctica al Hermano Barthélemy Bernard, al invitarle a reflexionar sobre el texto de la ceremonia utilizada para ordenarlo en el Misal (el “Pontifical”).
Relee algunas admoniciones del Pontifical, sea para la orden que acabas de recibir, sea para lo que habías antes recibido.
Como una ayuda más para profundizar su comprensión del sacramento que había recibido, Eugenio le sugiere a Bernard meditar en los santos que habían sido diáconos y aprovechar su ejemplo e intercesión:
Invoca todos los días a los grandes santos que se han santificado en el diaconado y pide a Dios por su intercesión todo cuanto te falta todavía para parecérteles. Reza también por mí. No te olvido nunca ante Dios y especialmente el día de la ordenación he cumplido con ese deber en el santo sacrificio que he ofrecido para mis queridos ordenandos.
Adiós, te abrazo de todo corazón.
Carta a Barthélemy Bernard, Abril 8, 1824. EO VI núm. 133
“Sin importar cuántas palabras santas leas, sin importar cuántas digas, ¿qué bien te harán si no actúas de acuerdo a ellas?” Buddha