Donde quiera que se encontrara y sin importar lo que hiciera, Eugenio era en primer lugar y lo más importante, Oblato. Como tal, fue sacerdote, después el primer Oblato y luego obispo de una diócesis. Esta identidad como Oblato le daba dirección y guiaba su visión al cumplir sus funciones eclesiásticas. Se trata de una convicción que expresó constantemente, hasta su último momento.
Antes de salir de mi retiro tengo que fijar mis ideas sobre la regla particular que he de seguir mientras por mis pecados quede retenido en Marsella. El pensar que dentro de dos días tengo que volver a mi exilio me consterna y solo con gran dificultad me resigno a ello, pero, puesto que es preciso, trataré de combinar las cosas de forma que el cumplimiento de un deber no perjudique el cumplimiento de otro.
Vicario General de Marsella por necesidad y a la fuerza, no por eso dejo de ser el jefe, o mejor dicho el padre de esta Sociedad cuyos miembros son modelos de todas las virtudes;
me debo ante todo y sobre todo a esta familia por la que el Señor me ha dado tanto amor, la cual es para mí constantemente y tan justamente objeto de admiración. Bien puedo decir de estos queridos hijos como la madre de los Macabeos que ignoro cómo se han formado en mi seno. ¡Ay! todos tienen sin comparación más virtudes que yo y con razón podría decir que no soy digno de desatar los cordones de sus zapatos. ¡Qué feliz me siento de ser uno de ellos! ¡Qué acciones de gracias debo a Dios por habérmelos dado! Siempre, pues, viviré en la unión espiritual más íntima con ellos,
Notas de Retiro, Mayo 1824, EO XV núm. 156
Nuestra Regla de Vida nos exhorta a continuar este espíritu:
“Los superiores y todos los que tienen una cierta autoridad están llamados a servir como hombres de fe y de oración. Con espíritu de humildad y de obediencia sincera, buscarán la luz en Dios y también en los consejos de sus hermanos. Deberán poseer las cualidades siguientes:
– una identidad bien definida iluminada por el carisma oblato;
– un profundo amor a la Iglesia, a la Congregación y a los pobres….”
CC&RR, Constitución 82
“La identidad absoluta con la causa propia es la primer y gran condición para un liderazgo exitoso.” Presidente Woodrow Wilson