NO PUEDO ACEPTAR EL COMPROMISO MENOR EN ALGO QUE HAY QUE HACER POR DEBER

Más elementos del carácter en la evaluación que Eugenio hizo de sí mismo en 1808 a la edad de 26 años:

Si no tengo razón y me reprenden con aire de superioridad o de triunfo, no estaré conforme, y no dejaré de buscar razones especiosas para paliar mi falta.
Pero si me reprenden con un tono de bondad y de amistad, no diré ni una palabra para excusarme, y confesaré sin rodeos que hubiese podido obrar mejor, pensar mejor o hablar mejor.
Por naturaleza tiendo a la severidad; muy decidido a no permitirme a mí mismo nunca el menor relajamiento; soy también muy propenso a no aguantarlo en los demás. No puedo aguantar ninguna clase de mitigación en lo que se refiere al deber; la muerte me parece preferible a la transgresión dr un deber esencial.
Odio la envidia y la considero como un vicio indigno de un corazón generoso; por eso me encanta que los demás tengan un mérito brillante. Si preveo que será inútil intentarlo, me enfado conmigo mismo por no haber empleado bien el tiempo de mi juventud, y por haberme tontamente limitado sólo  a algunos géneros de conocimiento.

Autorretrato  de Eugenio para su director espiritual, en 1808, E.O. XIV n. 30

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