Desde su inicio, los Oblatos han sido siempre buenos al improvisar para hacer posible la misión. Sin embargo, el sacrificar las estructuras y la regularidad, a la larga es en detrimento de la misión. En esta carta a Courtès, superior de la comunidad de Aix acerca de la organización administrativa de la comunidad, Eugenio se refiere a dos de los asuntos integrados a la Regla para el bienestar de la comunidad.
El primero es que alguno de los Oblatos fuera nombrado “admonitor” al superior. Su tarea sería como confidente y consejero, vigilando el bienestar las decisiones del superior en forma crítica.
El segundo se refiere a que el superior de una comunidad debía contar con un consejo de asesoría conformado por algunos de los miembros de la comunidad, cuyo acuerdo y voto sería necesario para tomar algunas de las decisiones en cuanto a la vida y misión del grupo. Eugenio se refiere a estos asociados, como “asesores”.
(Necesitamos recordar que las cartas de Eugenio eran privadas, dirigidas a una persona en particular, con intención de no ser vistas por alguien más. Es por ello que externa su opinión acerca de las fortalezas y debilidades de algunas de las personas involucradas.)
Si nos lo envías, lo examinarás para que al llegar no tenga otra preocupación sino la de prepararse para su próxima ordenación.
Si hubiese podido quedarme algunos días en Aix, hubiese terminado lo que se refiere a la administración de la casa. Hubiese sido deber mío hacerlo antes, pero continuamente ocupado, lo he dejado siempre para después; te escribo hoy para que me lo recuerdes tú mismo y que sin falta lo haga en mi primera visita.
Estoy indeciso si debo nombrar a Moreau; estaría tentado de no hacerlo, es tan poca cosa que de verdad no vale la pena. Si fuera el caso en el que debiéramos temer su debilidad, lo pensaría también; puedes darme tu opinión; no sería nunca para ser admonitor, para eso hace falta un mayor amor a la Regla, un mayor celo por el bien de la Sociedad y de los miembros que la componen, pero sería para nombrarle como uno de los asesores con el P. Honorat que nombro asesor y administrador o admonitor del superior de la casa de Aix.
Habrá por tanto que regularizar todas las operaciones, mes por mes, para que se cese de vivir en una forma provisional que no es aguantable.
Carta a Hippolyte Courtès, Junio 8, 1824, EO VI núm. 142
“Unidos como hermanos en una misma comunidad apostólica, nos consideramos todos iguales ante el Padre que distribuye entre nosotros carismas y ministerios para el servicio de la Iglesia y de su misión. Las estructuras de la Congregación no tienen otro objetivo que el de mantener esa misión.” CC&RR, Constitución 72