Escribiendo desde Niza:
Tengo ya un sacerdote que vendrá con gusto, pero tal vez lo dará con pena, porque es director de un seminario; es un ángel de virtud y sujeto encantador.
Carta a Henri Tempier, Julio 7, 1824, EO VI núm. 145
Este hombre era Charles-Dominique Albini, de quien Angelo Capuano escribe:
En Julio de 1823, fue nombrado para la enseñanza de teología moral en el seminario mayor de Niza. Sin embargo, no limitó su actividad a la enseñanza, sino que gustosamente realizó ministerio sacerdotal en la catedral de la ciudad. Fue cuando ayudaba al párroco a conducir un retiro para ex-presos e inadaptados sociales en julio de 1824, que conoció a los Padres de Mazenod y Suzanne: el último había sido llamado a predicar este retiro. El Padre Albini se sorprendió por su celo apostólico, por el ideal misionero que les animaba, por su relación fraterna. Desde ahí comenzó a considerar la idea de vivir en una comunidad religiosa. Al final del retiro, decidió unirse a la recién fundada Sociedad de los Misioneros de Provenza… el 17 de julio comenzó su noviciado. “Albini, Charles Dominique” en el Diccionario Histórico Oblato
A su muerte, Eugenio inició el trabajo para introducir la causa de su canonización
Nuestra Regla de Vida actual menciona: El Postulador general, en conformidad de pensamiento con el Superior general, trata de dar a conocer a los Oblatos que han ilustrado la historia de la Congregación con un testimonio excepcional de santidad; está encargado, particularmente, de promover, según el derecho común de la Iglesia, la causa de aquellos que pueden ser fuente especial de inspiración, no sólo para la Congregación, sino también para toda la Iglesia. CC&RR, Regla 149c
“La fragancia de las flores se extiende sólo en la dirección del viento. Pero la bondad de una persona se extiende en todas direcciones.” Chanakya