La visita de Eugenio y Fortuné a París y Reims para la coronación del rey se prolongó por motivos familiares. Caroline de Boisgelin, de 12 años, segunda hija de la Hermana de Eugenio, Ninette, se encontraba en un internado en París y enferma gravemente de tuberculosis. Para estar cerca de ella y de su madre, se alojaron en el convento de las Hermanas del Sagrado Corazón.
Las cartas escritas debido a esta situación muestran el apego de Eugenio a su familia y el importante papel que tenía en la familia Boisgelin.
Querida madre, sabes bien que siempre he visto a los hijos de mi hermana como si fueran míos y que me considero su segundo padre. Ciertamente les trataré como padre, bajo la condición de que sean honestos y virtuosos.
Carta a su madre, Enero 2, 1824, Archivos Generales Roma, AGR MJ I-1
Su cuñado, Armand de Boisgelin, era un buen hombre, pero parecía indeciso y no muy hábil para los negocios. La madre de Eugenio y Eugenio mismo, a menudo debían tomar decisiones respecto a los niños y su crianza – incluso pagar su educación.
No comparto la opinión de Armand respecto a la enfermedad de Caroline. Considero que se encuentra en un estado muy delicado.
Carta a su madre, Febrero 4, 1825, Archivos Generales Roma, AGR MJ I-1
Al llegar a París, se confirmó el peor temor de Eugenio. Su sobrina se encontraba grave, por lo que escribió a la comunidad de Aix pidiéndoles iniciar una novena al Beato Alfonso Liguori, pidiéndole el milagro de su recuperación:
… Aun cuando resignados a la voluntad de Dios, podríamos invocar al Santo a quien hemos acudido a menudo a nombre de los demás. Les ruego comenzar una novena al Beato Alphonse Marie de Liguori el sábado de la Trinidad. Han de mostrar en la casa la reliquia del Santo y ver que las letanías al Beato y la oración sean dichas con fervor y confianza por todos nuestros Padres y Hermanos. Propongan una comunión al iniciar y finalizar la novena. Nos uniremos a las oraciones, y si fuera parte del designio de Dios que su Siervo sea canonizado, nuestra pequeña será curada.
Carta a Hippolyte Courtès, Mayo 21, 1825 EO VI núm. 177
“Cada generación debe estar sobre los hombros de la generación anterior para llegar más alto.” Agustín