HORA DE UN NUEVO COMIENZO

Su Eminencia sabe que los jubileos en este reino se hacen al estilo de misiones, es decir, se predica dos veces al día durante un mes seguido en los diversos lugares donde se hace el jubileo. 

Carta al Cardenal Pacca, Enero 7, 1826, EO XIII núm. 52

“Jubileo” se refiere al concepto bíblico de un tiempo de renovación del individuo y la sociedad (Levítico 25:10-12). En la época de Eugenio la Iglesia tenía un jubileo ordinario cada 25 años, con una indulgencia plenaria contenida, bajo ciertas condiciones. Era un tiempo de renovación y buscaba la conversión personal. 1825 fue el año del jubileo en Roma, y en el resto del mundo se observó de 1826-1827.

Esta era una oportunidad de oro para que los Oblatos reunieran a la gente y les acompañaran en el camino a profundizar su fe y a una conversión continua. Los Oblatos participaban por completo con la diócesis en los lugares donde se encontraban sus comunidades. Así, Eugenio insistió en que se diera prioridad a la predicación del jubileo, por sobre cualquier otro compromiso.

No os comprometáis, querido Padre, para ninguna misión de aquí al jubileo en la diócesis de Nimes. El P. Marcou y el P. Guibert tienen la mayor necesidad de trabajar; hay que dejarles el poco tiempo que les queda para eso animándoles a que no se ocupen de otra cosa sino del estudio y de la composición.

Carta a Pierre Mie, Octubre 19, 1825 EO VI núm. 201

 

“Debemos utilizar el tiempo con sabiduría y recordar que el tiempo es siempre adecuado para hacer lo correcto.”   Nelson Mandela

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