Para Eugenio era obvio que para asegurar el futuro de los Oblatos, necesitaba visitar al Papa y ser reconocidos oficialmente por la Iglesia como congregación religiosa. Tardó bastante tiempo en dar el primer paso para hacerlo.
Salgo mañana para Roma. No os olvidaré ante la tumba de los santos Apóstoles. Os ruego no me olvidéis en vuestras oraciones durante este viaje que voy a emprender por amor a la Sociedad, pero de mala gana.
Carta a Pierre Mie, Octubre 25, 1825, EO VI núm. 202
El historiador Leflon, nos da un antecedente. Porqué un hombre presto a tomar medidas drásticas y a superar sin miramientos los obstáculos había vacilado y dudado por tanto tiempo, nos es explicado por Jeancard, quien fue testigo y sabía de la confusión del Fundador:
En ocasiones le escucho murmurar lo que a menudo se ha dicho a sí mismo; que no tenía la importancia suficiente para ser reconocido por la Iglesia como fundador de una orden religiosa; que sería presuntuoso de su parte ir a Roma y solicitar ese título al Soberano Pontífice, o al menos una decisión que implicara tal título; que la Sociedad que había fundado era sólo una débil creación que no ameritaba tan alta aprobación y que nunca podría ser calificada entre los institutos religiosos de la Iglesia, de los cuales la mayoría de sus fundadores fueron hombres encumbrados en la historia y grandes santos elevados a los altares de la Iglesia…
Por otro lado, sentía que de dar el paso ante la Santa Sede y fallar, tal revés sería seguramente del conocimiento público, acarreando el descrédito a su Sociedad; que, si en vez de una aprobación total, recibiera sólo alabanza y aliento, lo cual parecía ser lo más seguro, la cuestión de elevar a la Sociedad a la categoría de congregación religiosa, igual a los reconocidas y autorizadas por la Iglesia, sería prejuzgada de tal forma, que aunque lentamente, aún sería algún tipo de infortunio para la esperanza de autorización en el futuro, puesto que la autorización sería pospuesta indefinidamente.
Obispo Jeancard, Mélanges historiques sur la Congrégation des Oblats de Marie Immaculée, pp. 227-28
“Una decisión real se mide por el hecho de haber realizado una nueva acción. De no haber ninguna acción, no has decidido realmente.” Tony Robbins
»Salgo mañana … voy a emprender (este viaje) por amor a la Sociedad, pero de mala gana».
Emprender nuevos caminos es el gran problema actual; «comprometerse y arriesgarse» ciertamente no es facil, sin embargo, cuando se esta en la meta, algo pasa, cambia…