SÓLO FALTA ALGO

Los Misioneros Oblatos de San Carlos, así constituidos, tienen en este momento cuatro casas y un hospicio. Prestan servicio en seis amplias diócesis. Tienen a su cargo hospitales en Aix, cárceles en Marsella, el santuario de Nuestra Señora de Laus. Los solicitan los obispos para hacerse cargo de sus seminarios. Además, tienen el consuelo de gozar del afecto y estima de sus superiores y conciudadanos. 

Eugenio demuestra al Papa cómo el ministerio de los Oblatos los “sacó de la caja” de las estructuras parroquiales para llegar a los más abandonados – aquéllos a quienes la iglesia local no alcanzaba. Fue este ministerio hacia quienes se encontraban en los límites de la Iglesia, el que recibía críticas y enfrentaba dificultades – de ahí la necesidad de la aprobación y protección papal.

(Nota respecto al nombre de Oblatos de San Carlos, en http://www.eugenedemazenod.net/?p=2283)

Pero les falta aún lo que más desean, lo que todos piden con la más viva insistencia por boca del sacerdote de Mazenod, su superior, les falta aún la aprobación de Su Santidad.

Petición para la aprobación del Papa León XII, Diciembre 8, 1825, EO XIII núm.48

 Actualmente:

Por amor a la Iglesia, los Oblatos cumplen su misión en comunión con los pastores que el Señor ha puesto al frente de su pueblo; aceptan lealmente, con fe esclarecida, la enseñanza y las orientaciones de los sucesores de Pedro y de los Apóstoles.”   CC&RR, Constitución 6

 

“Consulta no a tus temores, sino a tus esperanzas y sueños. No pienses en tus frustraciones, sino en tu potencial no alcanzado. No te preocupes por lo que intentaste y falló, sino por lo que aún es posible que hagas.”     Papa Juan XXIII

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