Lubowicki escribe: “Con 17 años, Eugenio llega a Palermo donde permanece por cuatro años. Allí es donde adquiere convicciones acerca de la Inmaculada Concepción y el aspecto cristocéntrico del culto mariano. Cuando se trate de la Inmaculada en el seminario, se acordará de Palermo. En el margen de su cuaderno de notas acerca del dogma, en la página de los testimonios de la tradición enumerados por el profesor, el seminarista añade:
Los arzobispos de Palermo y todas las autoridades de esa gran ciudad renuevan cada año el juramento de derramar hasta la última gota de su sangre por mantener esta verdad
Traité des péchés, p. 3., Ms.: Oblate General Archives, DM-III 4.
El otro recuerdo se refiere a la fiesta llamada «El triunfo de la Redención». En su Diario de emigración llena dos páginas la descripción de la procesión en la que, entre los personajes del Nuevo Testamento, María está siempre presente al lado de Cristo o en relación con él. Parece que Eugenio estaba acostumbrado a verla en la perspectiva de la Salvación.”
Casimir Lubowicki, “ María” en el Diccionario de valores oblatos, http://www.omiworld.org/dictionary.asp?v=11&vol=1&let=M
“Nunca damos más honor a Jesús que cuando honramos a Su Madre, y la honramos simple y sencillamente para honrarlo en forma más perfecta. Vamos a ella sólo como una senda que lleva al objetivo que buscamos – Jesús, su Hijo.” San Louis Marie de Montfort