¿De dónde provenía la fuerza interna que mantenía a Eugenio?
Me preocupa demasiado el atraso de nuestro asunto. Fui hoy también a tomar nuevas fuerzas y a implorar más ayuda en la tumba de los santos Apóstoles; celebré por tercera vez la misa en la confesión de San Pedro y Dios me ha ayudado.
Invoqué a San Pedro de todo corazón, demostrándome ser un buen patrono. Aproveché la ocasión para encomendar a todos a Dios.
La comunión en oración con Dios, junto con los santos – y sus hermanos Oblatos, a quien siempre estaba unido.
Pedí para todos una gran participación en las virtudes y méritos de ese gran apóstol.
Carta a Henri Tempier, Enero 17, 1826, EO VII núm. 218
Nuestra Regla de Vida actual:
Como misioneros, alabamos al Señor según las variadas inspiraciones del Espíritu: llevamos ante Él la carga cotidiana de nuestra preocupación por aquellos a quienes somos enviados (cf. 2 Cor 11, 28). Nuestra vida entera es oración, para que el Reino venga a nosotros y por nosotros.
CC&RR, Constitución 32