ES VERDAD QUE SIEMPRE HE PUESTO TODA MI CONFIANZA EN LA BONDAD DE DIOS

Al alegrarse por el éxito en el proceso de la aprobación eclesiástica de la Congregación Oblata, Eugenio dirige el motivo de dicho éxito a la bondad y las acciones de Dios. Al escribir a su confidente espiritual, nos muestra su percepción en la intimidad de su relación personal con Dios.

Es verdad que siempre he puesto toda mi confianza en la bondad de Dios; como le he dicho, ofrecía todos los días el santo sacrificio por esa intención; invocaba constantemente a la Santísima Virgen y a todos los santos, pero sobre todo, al supremo Mediador, a cuya gloria van dirigidas todas nuestras intenciones; y, debo confesarlo, si nunca había rezado tanto, tampoco nunca lo hice con tanto consuelo, efecto de una confianza absoluta pero filial, hasta el punto de hablar a Nuestro Señor como me atreví a pensar lo habría hecho, de  tener la dicha de vivir cuando él pasó por la tierra, para derramar sus bendiciones y conceder a cada quien lo que le pedía.

Carta a Henri Tempier, Febrero 16, 1826, EO VII núm. 224

“Mi confianza en Dios proviene de la experiencia de su amor por mí cada día, ya sea que el día traiga tormenta o sol, si estoy sano o enfermo, esté en estado de gracia o no. Viene hasta donde vivo y me ama como soy.”     Brennan Manning

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