¡Al fin llega la tan esperada decisión del Papa!
Diario en Roma, Febrero 18, 1826, EO XVII Al dar las tan esperadas noticias a los Oblatos en Francia, Eugenio comienza por estallar en alabanzas, según las palabras del himno de agradecimiento de la Iglesia: el Te Deum.
Carta a Henri Tempier y todos los Oblatos, Febrero 18, 1826, EO VII núm. 226 Para nosotros, los Oblatos y los miembros de la familia Mazenodiana, esta decisión del jefe de la Iglesia confirmó la convicción de que nuestra vocación no fue el resultado de una inspiración humana de Eugenio de Mazenod, sino que provino de Dios, actuando a través de Eugenio, para darnos vida.
“Al enfocarte en cuán maravilloso es Dios y todas las grandes cosas que ha hecho… que hace… e incluso hará en nuestra vida, tu respuesta natural será de alabanza, adoración y asombro. Nunca te permitas acostumbrarte a ello… permanece asombrado!” Joyce Meyer |
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