Al compartir las buenas noticias de nuestra aprobación con los Oblatos, Eugenio reflexiona en su significado. El Papa reconoció la mano de Dios y el carisma del Espíritu Santo, al dar existencia a los Oblatos.
Carta a Henri Tempier y todos los Oblatos, Febrero 18, 1826, EO VII núm. 226
“Porque yo, tu Dios, te tengo asido por la diestra. Soy yo quien te digo “No temas, yo te ayudo”. No temas, gusano de Jacob, oruga de Israel: yo te ayudo, dice el Señor y tu Redentor, es el Santo de Israel.” Isaías 41:13-14 |
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