LA APROBACIÓN DE LOS OBLATOS: PRUEBA DE LA GENEROSIDAD DE DIOS CON NOSOTROS

Pero dejemos estas reflexiones para considerar la infinita bondad de Dios y de los designios de su Providencia para nosotros.

Desde el principio, las probabilidades estaban en contra de una respuesta favorable a la solicitud de Eugenio de la aprobación papal. La política oficial era animar y dar una bendición – pero no otorgar una aprobación formal legal. Cuando el Papa conoció a Eugenio, quedó cautivado por la forma en la que era evidente que Dios había inspirado el celo misionero de los Oblatos y lo mantenía vivo.

¿Saben que nunca se ha visto algo tan sorprendente en este género? Los encargados de estos asuntos son los primeros en hacerlo notar y están muy sorprendidos del éxito de nuestras gestiones, todas ellas inspiradas, dirigidas y bendecidas por Dios, puesto que era una decisión tomada no hacer algo por el estilo, y estando aquí y continuando mi tarea con la ayuda del Señor de los corazones, he visto a muchos otros fracasar, sin obtener lo que solicitaban.

Puesto que Dios ha actuado por los Oblatos, los Oblatos tenemos ahora la tarea y la responsabilidad de responder en forma igualmente generosa:

La conclusión a la que debemos llegar, mis queridos amigos y buenos hermanos, es que tenemos que trabajar con nuevo ahínco y con una aún mayor dedicación para dar a Dios toda la gloria que dependa de nosotros, y a las almas de nuestro prójimo, la salvación por todos los medios que podamos

Carta a Henri Tempier y todos los  Oblatos, Febrero 18, 1826, EO VII núm. 226

“Se requiere generosidad para descubrir el todo a través de los demás. Si te das cuenta que sólo eres un violín, puedes abrirte al mundo al tocar tu parte en el concierto.”     Jacques Yves Cousteau

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