Hemos visto cómo Eugenio fue inspirado para cambiar nuestro nombre y la importancia de ello para comprender nuestra identidad. Con este documento, el cambio fue reconocido oficialmente y la Iglesia nos dio el nombre de Oblatos de María Inmaculada.
PAPA LEÓN XII
PARA EL RECUERDO FUTURO DEL SUCESOEn esta situación, Nuestro querido hijo Carlos José Eugenio de Mazenod, Vicario General del Obispo de Marsella, Director del Capítulo de los Canónigos de la Catedral, y Fundador de dicha Sociedad, Nos ha presentado una petición, solicitándonos humildemente, para la Gloria de Dios y la salvación de las almas, aprobar por Nuestra Autoridad Apostólica, tanto a esta familia y sus Reglas, y honrarla con el título de Misioneros Oblatos de la Santísima e Inmaculada Virgen María, para que no pueda ser confundida con aquéllas otras Sociedades que también ostentan el nombre de Oblatos de San Carlos.
Por lo tanto, habiendo tomado en consideración que esta Sociedad fue enriquecida con indulgencias por Pío VII, Nuestro Predecesor, y por Nosotros mismos, que su gran utilidad ha sido reconocida por muchos Obispos y que será de considerable ayuda y ornamento a la Iglesia en su afligida condición, Otorgamos Nuestro mayor elogio por el celo y diligencia del mismo Carlos de Mazenod, hombre conspicuo por sus virtudes y erudición, quien no solo fundó la Sociedad, sino que continúa, con Nuestra mayor satisfacción, trabajando incesantemente por su progreso, y Nosotros, solamente en vista de estas consideraciones, ahora absolvemos y mantenemos absuelto en el futuro de todas las excomuniones, vetos y otras censuras eclesiásticas, sentencias y sanciones, de cualquier forma o por cualquier causa ocasionada, tanto a él como a todos los demás en cuyo favor se publica esta Carta, si hubieran de incurrir en alguno, y a través de ésta, con una mente lista y dispuesta, la Establecemos y deseamos sea conocida por el nombre de Congregación de los Misioneros Oblatos de la Santísima Virgen María, sin pecado concebida.
…Otorgado en Roma, en San Pedro, bajo el Anillo del Pescador, el vigésimo primer día de marzo, 1826, en el tercer año de Nuestro Pontificado.
Papa León XII
Carta Apostólica de Aprobación, Marzo 21, 1826, Missions O.M.I., n° 280 (1952), págs. 118, 138.
“Para comprender un nombre, debes estar familiarizado con la persona que lo lleva.” Bertrand Russell