En términos legales, el Papa declara que puesto que la Congregación de los Oblatos de María Inmaculada ha sido aprobada por la Iglesia, esta aprobación es válida en todo el mundo y ninguna autoridad eclesiástica local puede ir en su contra. Este reconocimiento fue por lo que Eugenio luchó sin cesar por lograr: ser reconocidos universalmente como misioneros para los más abandonados, teniendo el apoyo de la Iglesia para facilitar este ministerio en las condiciones más difíciles. El sueño de los Oblatos fue bendecido y aseguró un apoyo contínuo
PAPA LEÓN XII
PARA EL RECUERDO FUTURO DEL SUCESOEn lo declarado anteriormente, el mismo juicio y decisión deberá ser otorgado por todos los jueces, ya sean ordinarios o delegados, así como por los Auditores para las causas del Palacio Apostólico, por los Cardenales de la Santa Iglesia Romana, aún aquéllos que sean A Latere, por los Vice-Legados y Nuncios de la Santa Sede. Y les retiramos toda y sin excepción, la facultad y autoridad de interpretar o juzgar en forma diferente. Aún más, Anulamos y cancelamos de antemano cualquier intento de decretar en forma contraria, a sabiendas o no, de cualquier persona o por cualquier otra autoridad, las Constituciones Apostólicas, ordenanzas y otros decretos en contrario, no obstante.
…Otorgado en Roma, en San Pedro, bajo el Anillo del Pescador, el vigésimo primer día de marzo, 1826, en el tercer año de Nuestro Pontificado.
Papa León XII
Carta Apostólica de Aprobación, Marzo 21, 1826, Missions O.M.I., n° 280 (1952), págs. 118, 138.
“No puedes limitar nada. Mientras más sueñas, más lejos llegas.” Michael Phelps