Al escribir al P. Courtès, superior de la comunidad de Aix, acerca de transferir al agonizante Jacques Marcou desde la comunidad de Nimes, expresa su preocupación paternal.
Pero la felicidad que tendré al volver a verlos, queda empañada por el estado en que se encuentra nuestro querido Padre Marcou. Es una pena que nada puede atenuar. El temor de perder a ese hijo me entristece en extremo. Querría preceder a todos ustedes, y es razonable que así sea, ya que podría ser padre de todos debido a la edad, aunque no sea viejo. No necesito recomendarle que, si el P. Marcou va a Aix, tengan con él mayor cuidado que en su casa paterna, aunque haya que vender cubiertos y cálices. No creo que el clima de Marsella convenga en su situación y el aire de Aix le será mejor. Sólo habría que designar un sitio como enfermería.
Carta Hippolyte Courtès, Mayo 31, 1826. EO VII núm. 247
“El amor comienza al cuidar de los más cercanos – los que están en casa.” Madre Teresa