El día diez del mismo mes, a las 9 pm, se reunió el cuarto capítulo general en Marsella, en la Casa del Calvario, para promulgar las cartas apostólicas aprobando las constituciones y el establecimiento canónico de la Congregación de los Oblatos de María Inmaculada.
Se inauguró en Marsella, en la capilla de la casa del Calvario, el 11 de julio de 1826, a las cinco de la tarde.
El Santísimo Sacramento fue expuesto solemnemente; cantaron “Veni Creator” y “Sub tuum”, en forma solemne. Después los Padres Capitulares fueron en procesión al salón de la Comunidad; eran doce …
El Muy Reverendo Padre Superior General inició presentando a los capitulares la copia de las Constituciones aprobadas por el Soberano Pontífice, el Papa León XII. Después leyó la aprobación; a continuación, con voz temblorosa, exhortó a todos los miembros de la Sociedad a prometer observar en forma infalible la Regla, aprobada por la Iglesia e impuesta a nosotros por Dios mismo, dijo.
Los Padres en el Capítulo, igual de conmovidos, respondieron con voz mezclada con lágrimas, que prometían hacerlo.
Entonces pidieron al Muy Reverendo Superior General escribir, a nombre de toda la Sociedad, una carta a Su Santidad, para expresar la gratitud de la Congregación, asegurándole de su firme resolución de ser fieles a las Reglas que había aceptado aprobar.
Rey I, pág. 396
“Al expresar nuestra gratitud, no debemos olvidar nunca que el mayor agradecimiento no es pronunciar palabras, sino vivir de acuerdo a ellas.” John F. Kennedy