Eugenio escribe respecto al nombramiento del Padre Albini al seminario:
¡Sabes bien que si recayera enfermo y no pudiera emplearlo en el puesto que le he destinado…
Carta a Jean Baptiste Honorat. Agosto 23, 1827, EO VII núm. 275
“De 1827 a 1862, solo hubo dos superiores: los Padres Tempier y José Fabre; pero pasaron también 43 directores, que en promedio permanecieron solo dos o tres años… Además del P. Albini, algunos otros directores fueron vistos por Mons. de Mazenod y los contemporáneos, como hombres de grandes virtudes, si no como santos…
Al aceptar la dirección del seminario, el Fundador tenía sin duda en cuenta el bien que podía también resultar para elevar el nivel intelectual de la Congregación. El artículo 7 del párrafo de la Regla sobre los seminarios expresa, por otra parte, esa esperanza con estas palabras: “No será pequeña ventaja para nuestra Congregación que algunos Padres que se han ocupado muchos años de la formación de los clérigos, se diseminaran en otras casas para mayor provecho de la doctrina y de la observancia regular”..” Beaudoin, “Marsella, Seminario Mayor (1827-1862)” en el Diccionario Histórico Oblato
Actualmente, nuestra Regla de Vida insiste sobre la formación permanente para todos los Oblatos:
“La formación permanente abarca todos los aspectos de la vida personal del Oblato. Renueva y desarrolla su vida espiritual y sus recursos interiores, favorece el crecimiento de su madurez emocional y afectiva y perfecciona su habilidad pastoral. En todas las etapas de su desarrollo, le ayuda a verificar cómo se realiza la unidad entre su vida y su misión”
CC&RR, Constitución 69
“El maestro que es fiel a su misión y logra el mayor bien, debe dar prioridad tanto a la instrucción moral, como a la intelectual.” Sheldon Jackson