El joven Padre Marius Suzanne se recuperaba de una enfermedad grave en Notre Dame du Laus. Ocupaba su tiempo escribiendo un libro sobre apologética. Eugenio le invita a enfocarse más al objetivo de su vida misionera.
Pienso, mi querido amigo, que estarías un poco menos cansado si tomaras con más calma el trabajo que te has impuesto; me parece que te excedes en ello,
y que yo sepa, nada hay en el mundo que merezca absorber el tiempo y los pensamientos de un hombre razonable, a no ser la salvación y lo que debe contribuir directa y eficazmente a la conversión de las almas, como es el ministerio de nuestras misiones.
¿Por qué afanarte tanto afectando tu salud, cuyo completo restablecimiento retrasas con los excesos?
Carta a Marius Suzanne, Agosto 25, 1827, EO VII núm. 276
Además de la preocupación constante de Eugenio por la salud de sus Oblatos, en esta carta es evidente su insistencia en que el enfoque del tiempo y la energía de un misionero debe ser la salvación y cómo tener éxito con quienes realiza su ministerio.
De ello se nos presenta una pregunta sobre el uso de nuestro tiempo y energía hoy en día: ¿vamos incesantemente de una actividad a otra o nos enfocamos en cómo y en qué propósito los utilizamos?
“Siempre tenemos tiempo suficiente, si lo utilizamos correctamente.” Johann Wolfgang von Goethe