Nuestra Regla de Vida nos indica: “Nuestras casas acogerán de buen grado a aquellos que desean venir a ver y experimentar nuestra vida. Los ayudaremos fraternalmente a discernir lo que el Señor espera de ellos y la gracia especial que les ofrece en su Iglesia..” CC&RR, Constitución 53
El origen de esta práctica se remonta hasta los primeros días de nuestra casa Oblata en Aix, que proveía alojamiento a estudiantes, daba la bienvenida a los miembros de la congregación de los jóvenes y también fungía como período de preparación para quienes consideraban la posibilidad de una vocación como Oblato.
El P. Martin me ha hablado de dos jóvenes que frecuentan mucho nuestra misión; los describe como modelos de virtud; pero ¿tienen talento? No podemos en adelante recibir a nadie que no esté provisto de él, pues nuestro ministerio lo exige. Que se apresuren a terminar los estudios que han iniciado…
Carta a Jean Baptiste Honorat, Mayo 9, 1828, EO VII núm. 300
“Nada se convierte en realidad sino hasta que se experimenta.” John Keats