Uno de nuestros sacerdotes acaba de morir en Aix en olor a santidad. Las manifestaciones de la devoción pública fueron tan inmediatas y universales, que debimos entregar su sotana para salvar la vestimenta e incluso algunas partes corporales que el afecto de la gente no habría perdonado.
Carta al Obispo Philibert de Bruillard de Grenoble,
Julio 21, 1828, EO VII núm. 30
Eugenio se refiere a Victor Arnoux, de quien Yvon Beaudoin e Hippolyte Courtès comentan:
En Aix, adonde llega con los novicios al final de 1822, Victor es sacristán y cada día, con sus colegas, asiste a los cursos de teología en el seminario mayor. Es ordenado sacerdote en Marsella, por Mons. Fortuné de Mazenod, el 3 de septiembre de 1826. Ejerce el ministerio sacerdotal durante menos de dos años. El padre Hippolyte Courtès escribe: «Lamentamos, sin duda, que el estado habitual de enfermedad y sufrimiento de nuestro santo y su vida demasiado breve no le hayan permitido realizar todo lo que había en su corazón de sacerdote, en cuanto a misericordia y caridad; pero, al menos, todo lo que pudo hacer, lo hizo con creces, su celo no fue estéril. Los testimonios son unánimes sobre la eficacia del trabajo del padre Arnoux. Se le confió la dirección de los novicios y los llenó de fervor; lo enviaron a evangelizar los pueblos campesinos y los pecadores se convirtieron con su predicación. Al hablar en una casa de educación, los jóvenes lo escuchaban atentos, respetuosos, edificados, convencidos de escuchar y ver a un santo. En el colegio de Aix, dónde se encargaba especialmente de la confesión de los niños que aún no habían hecho la primera comunión, se atrajo el respeto de los alumnos, de los profesores y el jefe del establecimiento, el Sr. Marius Tupin, dio testimonio de la mayor satisfacción al superior de la Misión, por la elección de un colaborador que era un ángel de piedad y dulzura. En los hospitales, ningún enfermo se resistía a la unción de su palabra… «
Su enfermedad (tuberculosis) lo debilita cada vez más. Lo envían durante algún tiempo a Fuveau, donde el aire es más sano. Vuelve para morir en Aix, el 13 de julio de 1828, en presencia de su madre y de toda la comunidad reunida en torno a él para rezar el rosario.”
Yvon Beaudoin, “Arnoux, Victor Antoine” en el Diccionario Histórico Oblato.
“El carácter en un santo significa la disposición de Jesucristo manifestada constantemente.” Oswald Chambers