Mientras visitaba a los novicios en Marsella, Eugenio comentó al P. Tempier que aunque el número era reducido, la calidad era buena.
… … Aquí todo es admirable, fuera del número; es lamentable ver que pocos eclesiásticos comprenden el espíritu del divino Fundador y no escuchan sus consejos. Puesto que no puede ser de otra forma, alegrémonos con lo que tenemos. Me parece que es bueno.
Carta a Henri Tempier, Octubre 21, 1828 , EO VII núm. 313
Hoy en día nuestra Regla de Vida se explaya en las emociones expresadas por Eugenio respecto a las vocaciones a la congregación de los Oblatos:
“Las familias cristianas, los grupos juveniles, las comunidades cristianas, parroquiales u otras, constituyen ambientes favorables para el desarrollo de las vocaciones. Ahí descubren muchos jóvenes a la persona de Jesús y experimentan el atractivo de su mensaje. Ahí empiezan también a ejercitar sus talentos de animadores y de apóstoles. En esos ambientes pues, es donde principalmente hemos de ayudarlos a descubrir su vocación y acompañarlos en su caminar.
Nuestras casas acogerán de buen grado a aquellos que desean venir a ver, y experimentar nuestra vida. Los ayudaremos fraternalmente a discernir lo que el Señor espera de ellos y la gracia especial que les ofrece en su Iglesia.” CC&RR, Constitución 53
“No puedo cambiar la dirección del viento, pero puedo ajustar mis velas para siempre llegar al destino.” Jimmy Dean