Leflon escribe: “Instalado el 30 de diciembre de 1806, ‘Demazenod fils’: asumió de inmediato su cargo como Semainier (director a cargo por una semana), y en esta capacidad presentó, el 6 de enero de 1807, un reporte contiendo el toque de Mazenod y que de alguna forma alarmó a sus colegas, quienes estaban acostumbrados a escuchar reportes menos enfáticos y menos claros. En términos reales, el joven miembro del comité denunció al panadero por los abusos que los miembros de la organización habían muy prudentemente ignorado hasta entonces.
Primer falta:
Debemos vigilar escrupulosamente que el panadero contratado para proporcionar pan a los prisioneros no les dé solapadamente pan descompuesto; habiendo notado esta falta en su primer día de trabajo y expuesto la queja al panadero, el Semainier recibió la promesa del panadero mencionado que no volvería a suceder y de hecho el pan fue excelente el resto de la semana.
Segunda falta:
Se permite hacerse a la idea, que puede tener consecuencias peligrosas y que por ello, debe remediarse inmediatamente;
Al fin de cada trimestre, el panadero mencionado presenta un reporte del pan entregado, pero nadie verifica su exactitud.
Para ayudarnos a proceder correctamente, el panadero debiera estar obligado a presentar, junto con su reporte trimestral, las boletas diarias firmadas por el oficial de la semana. Se podría entonces hacer la verificación y de ello, estar seguros de la exactitud de su reporte.”
Reportes de las minutas de la reunión, citadas por Leflon I pág. 282
Comentando a su padre sobre su nueva preocupación, Eugenio escribió:
Lo que sea para esta deplorable situación de la gran mayoría de los infortunados confiados en parte a mi cuidado; trato de obtenerles el mayor confort que dependa de mí, ya sea cuidando que el pan que les provee el gobierno sea de buena calidad, o tengan sopa, lo que los resultados de nuestras solicitudes logren para ellos cada día a través del ministerio de nuestras Señoras de las Prisiones, o en evitarles los rigores de la estación con buenos abrigos, o darles un cambio semanal de camisa para evitar que estén sucios, o darles sábanas cuando están enfermos, todo con fondos de nuestras solicitudes.…
Carta a su padre, Enero 19, 1807, EO XIV núm. 21
Algunos años después, Eugenio insistiría en que un distintivo del método de nuestra espiritualidad debiera ser ayudar a la gente a ser humana integralmente, luego cristianos y después santos. Su preocupación por el bienestar de los prisioneros muestra claramente el punto inicial en su propia vida.
“Existe gente en el mundo tan hambrienta, que Dios no se puede presentar ante ellos, excepto en la forma de pan.” Mahatma Gandhi