En los siglos recientes hubo una tendencia de separar la “vida espiritual” de la “vida cotidiana en el mundo real” de las personas. Lo espiritual se refería a todo lo concerniente a Dios y lo material se refería a todo lo mundano. Así que en el pensamiento popular, teníamos a los seres espirituales que habían elegido el camino más “perfecto” (hermanas y hermanos religiosos y sacerdotes) y el resto de la humanidad, quienes habían de luchar en el mundo. El Vaticano II corrigió este desequilibrio, al enseñar el llamado universal a la santidad sin categorías ni grados de perfección. En muchos casos, los religiosos consagrados estaban de hecho más involucrados en la transformación del mundo que muchos “del mundo.”
Eugenio, como parte y utilizando las categorías de su siglo, comprendió muy claramente que la santidad, la vida espiritual y la vida cotidiana no estaban de ninguna forma separadas una de otra. Su conversión y al enfocarse en Dios le llevó a ver a todos, a todo y a todas las acciones por realizar a través de los ojos del Salvador Crucificado, a quien había encontrado el Viernes Santo.
Solo a ti dirigiré todo mi afecto y todas mis acciones… Solo quiero vivir para ello, solo quiero amarte a ti y a todo en ti y a través de ti.
Notas de Retiro previas a su ordenación, Diciembre 1811, O.W. XIV núm.95
Eugenio dirigió su vida a tener una constante consciencia de la presencia de Dios. Se refiere a menudo a esta meta en sus escritos y en los muchos resultados que sus acciones produjeron a través de su ministerio como sacerdote, como fundador de una congregación misionera y como Obispo de Marsella, que dan un testimonio elocuente de que en las acciones de su vida no hubo separación entre la vida espiritual y la mundana.
Más adelante, como ejemplo de su vida en una carta pastoral a su diócesis, mirando atrás a diez años de ministerio como Obispo de Marsella, escribió:
Esta fe, que se creyó muerta o agonizante, despertó aún más viva, más activa, más fructífera que en los días que precedieron a tantos ataques de violencia. Ha sido refinada, renovada como resultado de la persecución y de nuevo toma su lugar en el mundo a través de la caridad…
Maravillado de cómo estas buenas obras se multiplican.
Después nos da una impresionante lista de logros para los pobres y más abandonados en la ciudad y concluye:
… En el nombre de Jesucristo se logran todo tipo de buenas obras
Carta Pastoral del 7 de Febrero 1847, Marsella
Un resultado impresionante al ver el mundo a través de los ojos del Salvador Crucificado y ponerlo en práctica.
“La espiritualidad cristiana es la expresión cotidiana y comunitaria de vida de las principales creencias personales, caracterizadas por la apertura a auto-transcender en el amor a Dios, a uno mismo, al prójimo y al mundo a través de Jesucristo con el poder del Espíritu Santo”. Elizabeth Dreyer