NUESTRO BICENTENARIO: TODO COMENZÓ AL PIE DE LA CRUZ

san clemente

En la Iglesia de San Clemente, en Roma, hay una gran Cruz de mosaico representando al Árbol de la Vida. En el centro se encuentra la cruz y de su base emanan hojas y tallos que cubren toda la escena. Se pueden observar personas, animales y flores ligados a cada tallo, así como las ocupaciones diarias (del siglo XII). El mensaje es evidente: la Cruz es LA fuente de vida.

Al pie de la Cruz apreciamos a María y Juan. Me gusta pensar que Eugenio se encuentra con ellos, pues la pintura describe el significado de su experiencia el Viernes Santo. Al mirar la Cruz, la intuición de un joven perdido y desubicado, tuvo un cambio de vida. Se dio cuenta de que

He buscado la felicidad lejos de Dios y por demasiado tiempo, para mi desgracia.

Diario de Retiro, Diciembre 1814, EO XV núm. 130

A partir de ahí, todas las ramas en su vida (y más adelante para su familia Misionera) se enfocarían al Árbol de la Vida, logrando que su fruto estuviera dispuesto a la salvación de los más abandonados.

El 25 de enero de 1816, Eugenio invitó a otros a unírsele y ser parte del Árbol de la Vida: co-operadores del Salvador:

Han sido llamados a ser los cooperadores del Salvador, corredentores del género humano

Regla de 1818, Nota Bene.

Fue al pie de la Cruz donde nació la familia Oblata. Somos gente del Viernes Santo, somos una familia del Árbol de la Vida, somos misioneros invitando a los demás a participar del fruto del Misterio Pascual.

La invitación de nuestro bicentenario es notar aún más que somos colaboradores del Salvador. La misión de la Familia Mazenodiana es respecto a la salvación – la salvación de quienes están al margen, de quienes están abandonados y desubicados:

Debemos llevar a los hombres a sentimientos humanos, luego cristianos y ayudarles finalmente a hacerse santos.

Prefacio

“Cuando caminamos sin la cruz, cuando construimos sin la cruz y cuando proclamamos a Cristo sin la cruz, no somos discípulos del Señor. Somos del mundo. Podemos ser obispos, sacerdotes, cardenales, papas, todo ello, pero no somos discípulos del Señor.”   Papa Francisco

(Para una reflexión más profunda al respecto, ver http://www.eugenedemazenod.net/?p=2890 y las publicaciones subsecuentes)

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