EL CONSEJO QUE ESTOY DANDO NO ES DIFÍCIL, PERO INCLUSO SI LO ENCUENTRAS DIFÍCIL DE SEGUIR, CREO QUE PODRÍAS HACER UN ESFUERZO

El chico de 14 años León-Jules Saboulin, miembro de la Congregación de la Juventud, había escrito a Eugenio, en Septiembre de 1815, desde dónde había pasado el largo verano lejos de Aix. El extracto de la carta es interesante porque muestra la conciencia que le habían dado las actividades de la Congragación de la Juventud. (Léon Saboulin llegó a ser oblato más tarde).

“… no creo que pueda empezar mejor mi carta que alabando a Quien toda alabanza es debida. Estaba pensando en ayer, como miraba las estrellas, la belleza y la inmensidad del cielo, ¡cómo debe ser el poder de su creador, para quien una simple palabra es suficiente para crearlas!… No puedo sino sentir tristeza cuando pienso en lo lejos que estoy de un director y una congregación tan beneficiosa para mí. ¡Qué largo es mi exilio! Creo, Monseñor, que puedes llamarla justamente congregación, donde he comenzado a gustar la verdadera felicidad, mi patria no es la carne sino el espíritu!…”

La respuesta de Eugenio muestra la calidez de su relación con los miembros de la Congregación y su preocupación por formarles mediante los consejos que les da:

Aprovecha bien el poco tiempo que vas a pasar en el campo para recrearte y fortalecer tu cuerpo, para que te secunde bien en los trabajos a los que pronto te vas a dedicar con nuevo ardor. No estudies en vacaciones sino a modo de recreación. Cada cosa en su tiempo. Ahora es preciso que aflojes el arco para que dispare más lejos cuando tengas que utilizarlo. El consejo que te doy no es difícil de seguir, pero aunque te cueste seguirlo, pienso que deberías hacer ese esfuerzo.
Adiós, muy querido amigo, te abrazo, así como a tus hermanos, de todo corazón, pues os quiero mucho a todos.
Nuestros congregantes agradecen tu recuerdo; os saludan. Todo va bien, como de costumbre , gracias a Dios que nos protege. Reza por nosotros como nosotros rezamos por ti, y vuelve pronto sano y santo. Sabes que soy de por vida tu mejor amigo
Eugenio de Mazenod

Carta a Léon-Jules de Saboulin, el 9 de septiembre 1815, E.O. XV n. 133

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