El mal estado de la iglesia necesitaba de fondos para hacerla útil. Al principio fue el coro- la capilla interior usada por las hermanas Carmelitas- que necesitaba reparaciones, y más tarde la propia iglesia. El primer grupo que hizo uso de la capilla interior fue la joven congregación, y por ello Eugenio les pidió que contribuyeran a su reparación:
Todas esas razones y otras más movieron a la Congregación a trasladarse a otra parte. Escogió el coro de la iglesia que fue antes de las Carmelitas, donde espera fijarse para siempre. Como este cambio ya necesario iba a ocasionar algún gasto, el Consejo en su sesión de este día ha decidido proveer por medio de una suscripción voluntaria que se fijó de uno a seis francos. Esta suscripción solo debe presentarse a los congregantes más acomodados….…
Diario de la Congregación de la Juventud, noviembre 1814, E.O. XVI
Con un grupo de casi 300 jóvenes, el llamamiento habría atraído una suma considerable – de hecho, les permitió empezar a usar la sala en cuestión de semanas. Desde entonces esta capilla interior ha sido lugar de oración para la comunidad Oblata. Hoy en día, aquellos que vienen para sesiones de formación al Centro Internacional Mazenod, usan ésta como su capilla. De este modo, la tradición de la capilla interior como lugar que ha sido modelado por Dios, se ha mantenido siempre – desde que Eugenio y sus primeros compañeros la convirtieron en un lugar de oración, y continuaron las tradiciones establecidas por las hermanas Carmelitas contemplativas.